lunes, 28 de septiembre de 2009

¿Qué vas a hacer hoy en la noche?


Apenas se detiene en el pasillo para darme los buenos días, tan normal como siempre; quién iba a pensar que unos días antes (en ese mismo pasillo) esa pregunta de ¿qué vas a hacer hoy en la noche?, fuera a ser el pretexto para que juntos terminaramos enredados entre sudor y ganas.

Aún recuerdo la manera maniática en que ella movía el pubis, aún recuerdo el vaivén violento y brusco de sus nalgas; como también el desenfreno con que se entregaba toda ella. Apenas si podía yo con lo que me pedía...

Hoy la he vuelto a ver, y me ha dado los buenos días de nuevo, como normalmente siempre lo hacia... Yo me pregunto ¿Será que le gustó?, ¿será que se vuelve a repetir?... Ella camina, sin voltear atrás.