Teniendo tiempo para pensar, inicie un inventario mental acerca de esas cositas que me gustan y me hacen disfrutar el cuerpo de mi pareja.
A todos nos prenden diferentes cosas, pero este cochinito disfruta mucho de:
Los movimientos de ella mientras baila, cómo mueve la cadera, cómo abre poco a poco las piernas al compás de la música, las bajaditas sensuales, a veces lentas, lentas, lentas y otras veces bruscas. Cuando se muerde la boca y me busca con la mirada, para comprobar que me humedezco de ganas.
Descubrir que lleva bajo la falda o pantalón, un diminuto calzoncito... sobre todo su pregunta, -¿Te gusta?- cuando con ansiedad intento sobre la ropa recorrer todos los bordes de la prendita... y en mi cabeza me pregunto ¿de qué color?.
Dicen que el placer comienza en la cachita de la nalga... yo creo que tienen razón.
Cuando sin motivo, me pide que cierre los ojos, me toma la mano, para colocarla sobre su cintura e iniciar el recorrido hasta su pubis, bajo su ropa y comprobar que apenas se percibe una pequeña pelusita que cubre ese triángulito de perdición.
Mmmmm!!!! Pequeñas cosas, las que le dan sabor a la vida.
1 comentario:
Pequeñas cosas provocan grandes placeres
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