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El garage se abrió justo cuando él encontraba que me hacía falta la ropa interior y sus dedos se quedaban apoyados sobre mi rasurado monte.
Un dedo se abrió camino y palpó la humedad, luego me vio y dijo: “salimos?”
La puerta del motel se cierra, la alarma del carro se activa y me bajo con esa sensación borracha de la hiperexcitación, la entrepierna caliente y húmeda y el pecho palpitando fuerte.
Tocar, pagar, subir, el ritual del cuarto y la mujer que no muestra su rostro. Mientras pregunta cuanto tiempo y recibe el dinero. De allí en adelante el cuarto es nuestro.
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Tomado de Diario de una ninfómana
Foto: Alina Lebedeva
2 comentarios:
Que buen blog cochinito tierno. Nicté es sin duda lo máximo!!
mmmmmmmmmm, la descripción de la entrada del Motel está genial, a mi me pasó al principio con un señor que me llevaba :P pero después ya se te va la verguenza y hasta exigís que el que atiende la ventanita se apresure para no perder tiempo :D
Felicitaciones por tu blog!
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