¿Qué quiere una mujer?
Serge André
Primera edición en español, 2002
Siglo Veintiuno Editores
El Devenir Mujer
El deseo de una mujer siempre permanece como interrogante, pero cada uno de los partenaires se beneficia: la falta de respuesta sobre este punto funciona como incita-a-desear. De la misma manera, el que su goce nunca pueda ser estibado en un signo seguro y sin ambigüedad, garantiza que se demande una y otra vez más. No hay riesgo de que se agote la oferta o la demanda en este comercio de engaños: es menos el gozar que allí se negocia, que el “plus de goce”.
En efecto, ¿qué se produce cuando en nombre de una verdad más real, los partenaires quieren salir del semblante? Observemos a ese hombre que se queja de que las mujeres no le manifiestan suficientemente su deseo, de que le ocultan la esencia de su goce, e incluso le mienten sobre su existencia o su intensidad. Que una mujer, en respuesta, salga de ese escondite que él denuncia, que le manifieste un deseo sin rodeos y le exprese su goce en desnudos términos, y se verá cómo ese hombre sale huyendo presa de pánico o de asco.
La prostituta encuentra aquí su función universal: convencionalmente delegada al papel de quien finge desear o gozar, todo mundo esta seguro de que miente. La catástrofe sería que no mintiera, que gozara verdaderamente del pene que atrapa al vuelo. Por ello se puede considerar a la prostituta como la auténtica guardiana del misterio femenino y de allí comprender el respeto universal del que ella se beneficia.
3 comentarios:
hoy si que te pasaste, has evidenciado el mito de la vagina dentada a la que los hombres temen, esa que ansía comer penes y se alimenta de deseos masculinos, la mujer insaciable.
¿de verdad te da miedo?
prefieres a esa arisca que finge orgasmos, o a la que goza con su cuerpo, ¿a la que no quiere chupar porque le da asco, o a la que te pide lamerte porque te desea?
es muy del siglo XIX tu texto.
nicte
Gracias por el comentario... de todo hay en la viña del señor!
No, hombre, lo que pasa es que el tipo este es un frustrado...debe ser tan malo en la cama que prefiere pagarle a una ramera para que finja que he is the man! wow...gracias a Diux que no todos son iguales y que el mío se goza mis locuras. Amén.
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